martes, 3 de mayo de 2011
Y viniste, me abrazaste y me tomaste como si no hubiese mañana, me prometiste no irte jamàs y llenaste de paz un momento que parecia interminable. Innumerable la cantidad de emociones que recorrian en ese momento cada rincòn de mi, algo me gritaba que te agarre con fuerzas, pero nada era mas imponente que tu respiraciòn. Cuando nada me bajaba de ese limbo donde no existia tiempo alguno, cuando no necesitaba nada mas que permanecer ahi, entre tus brazos, a tu merced, cuando nada mas traspasaba mis retinas, cuando tu presencia era casi tan tangible como mis suspiros, desperté; desperté y solo pude pensar en que algo me gritaba que te agarre con fuerzas, pero nada era mas imponente que tu respiraciòn.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
el maldito amor que tanto miedo da
ResponderEliminar