martes, 2 de agosto de 2011
Que lindo es verlas pasar lentamente y sentir que con cada uno de sus movimientos, una sonrisa nueva florece como adrede, la espontaneidad tan predecible de las agujas de mi reloj, me tienen a la espera de nuevos arcoiris que pintan colores inimaginables en un pasado, pero desechables para un mañana. Vamos dejando juntas, nuestros pasos al azar, nuestras existencias milimetradas en segundos en las manos de un destino que siempre supo que hacer, de un destino que hoy es tan tangible como mis ganas de verte una vez mas.
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